La construcción de edificios altos se ha convertido en algo tan habitual en las ciudades de todo el mundo, que el público en general apenas piensa en los visionarios responsables de crear el singular horizonte de una ciudad. El Día del Rascacielos ofrece la oportunidad de conocer mejor a los arquitectos que plasman un sueño en el papel y a los equipos de construcción que lo hacen realidad.
Quienquiera que fuera el primero en considerar la posibilidad de colocar las viviendas una encima de otra en lugar de una al lado de la otra, se asombraría de cómo los edificios modernos parecen tocar literalmente el cielo.
Lo que también puede resultarles interesante es el estatus que suele conllevar vivir o trabajar en el nivel más alto. Aunque esta analogía es obvia, hay otra que puede extraerse de las consecuencias de un fallo eléctrico. Estos son sólo algunos aspectos sobre los que reflexionar en un día que se dedica a reflexionar sobre la aparente conquista del espacio superior por parte del hombre.
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