La leyenda de cómo surgió el croissant es que en 1683 el Imperio Turco sitió Viena (Austria). Los turcos hicieron varios intentos de conquistar la ciudad por la fuerza, pero no tuvieron éxito, así que decidieron probar con túneles subterráneos. Los panaderos de Viena, que trabajaban en los almacenes del sótano, oyeron el ruido de las excavaciones y alertaron al ejército de la ciudad.
Por su vigilancia, los panaderos recibieron grandes honores y agradecimientos por su ayuda para burlar a los turcos. Para celebrarlo, hornearon su pan en forma de luna creciente, símbolo del Imperio Otomano. Tras la derrota de los turcos, se convirtió en costumbre servir el café de la mañana con el pastel en forma de media luna
La leyenda sigue diciendo que, más de cien años después, María Antonieta introdujo el pastel a los franceses, que lo llamaron «croissant». Celebra el Día del Croissant por todo lo alto comiendo una gran cantidad de esta sabrosa delicia
Deja una respuesta