La conciencia culpable necesita confesarse.
Albert Camus
Se dice que la confesión es buena para el alma. Sin embargo, ¡en ninguna parte se dice que la confesión tenga que ser verdadera! El Día de la Falsa Confesión es tu oportunidad de contar un chiste absoluto, una gran broma, una falsedad grave o nuestras favoritas, una verdad disfrazada de mentira. Si te gusta inventar cosas que hagan girar la cabeza de tus amigos, si siempre han pensado que eras dulce e inocente o tal vez incluso que eras erudito y sabio, el Día de la Falsa Confesión es tu oportunidad de darle la vuelta a esa idea con una confesión Una falsa confesión.
Historia del Día de la Falsa Confesión
Hubo un día en el que alguien decidió que necesitaba confesar algo, para desahogar por fin su corazón y liberar la verdad de su yo. No fue este día festivo. Esta fiesta está hecha para los bromistas, para los que quizá quieren saber lo que sus amigos y compañeros de trabajo piensan de ellos.
Tal vez sea un día para quienes se enfrentan al mundo sabiendo lo que se espera de ellos, y tal vez se sientan un poco aburridos. Caigas donde caigas, el Día de la Falsa Confesión es tu oportunidad de dejarles boquiabiertos contándoles una pequeña historia falsa y llamándola confesión.
Las Falsas Confesiones tienen muchos propósitos, pero la mayoría de las veces su objetivo principal es escandalizar y asombrar a quienes te confiesas. Puedes utilizarla para descubrir la verdad de lo que los demás piensan de ti, contándoles algo sobre ti que, aunque es manifiestamente falso, puede ser ampliamente creído.
Su respuesta te revelará todo lo que necesitas saber sobre lo que piensan. Tal vez quieras animar el día de un desconocido confesándole algo chocante, que le dejará pensando el resto del día.
Cómo celebrar el Día de la Falsa Confesión
La mejor forma de celebrar el Día de la Falsa Confesión es dedicar un tiempo a meditar sobre lo que te gustaría confesar, falsamente, a otra persona. Esta festividad es una gran oportunidad para difundir la conmoción y el descontento, pero, sobre todo, puede ser una gran oportunidad para revelar el funcionamiento interno de tu mente.
Siéntate y empieza a hacerte falsas confesiones a ti mismo, escríbelas en un papel, pronúncialas en voz alta, cántalas al aire. Cada confesión que hagas empezará a girar en torno a una verdad central que es, quizá, la verdadera confesión que quieres hacer al mundo. Tómatelo en serio o diviértete mucho con ello, ¡depende de ti!
Deja una respuesta