Desde bolsos y chaquetas hasta pantalones y botas, es realmente imposible imaginar la vida sin cremalleras. Están tan extendidas que es fácil darlas por sentado. Aquí es donde llega el Día de la Cremallera para recordarnos el origen y la historia de este invento verdaderamente omnipresente.
Se discute el nacimiento exacto de la cremallera, pero el Día de la Cremallera se celebra tradicionalmente el 29 de abril. En esa fecha de 1913, el científico e inventor sueco-estadounidense Gideon Sundback recibió una patente por un curioso artilugio que denominó «cierre sin gancho». Aunque ya existían inventos similares desde la década de 1850, su versión es ampliamente aceptada como la primera cremallera moderna.
La línea de cierres continuos encontró numerosas aplicaciones y creció en popularidad, también gracias al ejército estadounidense, que fue uno de los primeros en adoptarla. Funcional, a la moda, infinitamente ajustable: estas cualidades del diseño de Sundback han contribuido a popularizar el invento y a convertir prácticamente todos los días en el Día de la Cremallera.
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