Hay muchas recetas antiguas de cochinillo de la cocina romana y china. Como el cerdo es uno de los primeros animales domesticados por el ser humano para su sacrificio, se encuentran muchas referencias al cerdo en la cultura humana.
Historia del Día del Cochinillo Asado
Nadie sabe quién fundó el Día del Cochinillo Asado, pero sea quien sea, eligió una buena comida para celebrar un día. Para los que no sabemos qué es un cochinillo, ésta es la definición básica: Un cochinillo es un lechón alimentado con la leche de su madre. En el ámbito culinario, el cochinillo se sacrifica entre las dos y las seis semanas de vida. Tradicionalmente se cocina entero, a menudo asado, en varias cocinas.
Suele prepararse para ocasiones y reuniones especiales. La carne del cochinillo es pálida y tierna, y la piel cocida es crujiente y puede utilizarse para hacer chicharrones. La textura de la carne puede ser algo gelatinosa debido a la cantidad de colágeno del cerdo joven. Hay muchas recetas antiguas de cochinillo de la cocina romana y china. Dado que el cerdo ha sido uno de los primeros animales domesticados por la humanidad para su sacrificio, se encuentran muchas referencias al cerdo en la cultura humana. El cochinillo, concretamente, aparece en textos antiguos como la ley sálica del siglo VI.
Cómo celebrar el día del cochinillo asado
Para celebrar este día, lo único que hay que hacer es seguir la receta anterior, preparar el cerdo para toda la familia e invitar también a algunos amigos, servirlo en cuanto esté hecho y comer en grupo. No hay mejor manera de celebrar este día que con la comida que le da nombre, y ya que se acerca la época del año, ¿por qué no tomar un poco de ponche de huevo con la comida?
He aquí en qué consiste el cochinillo asado, junto con una receta.
- Un cochinillo entero (de doce a dieciocho libras)
- Quince litros de agua
- Seis tazas y media de sal kosher
- Cuatro tazas y media de azúcar granulada
- Media taza de aceite vegetal, para hilvanar
Aquí tienes las instrucciones para cocinar el cochinillo
- Enjuaga el cerdo en agua fría y resérvalo. Forra una bolsa de basura de 32 galones con otras 2 bolsas de basura de 32 galones. Coloca el agua, la sal y el azúcar en las bolsas de basura triplicadas y remueve para que se disuelvan, teniendo cuidado de no perforar las bolsas. Coloca el cerdo en las bolsas, elimina el exceso de aire y átalo bien. Colócalo en un recipiente de 15 litros en el frigorífico y ponlo en salmuera de 12 a 24 horas, dándole la vuelta una vez.
- Calienta el horno a 250°F y coloca una rejilla en el nivel más bajo. Saca el cerdo de la salmuera y sécalo con toallas de papel; desecha la salmuera. Coloca el cerdo de lado y rellena el interior con 15 ó 20 trozos grandes (de 20 pulgadas de largo) de papel de aluminio ligeramente arrugado hasta que esté lleno. (Esto evitará que se hunda durante el asado)
- Transfiere el cerdo a una bandeja para hornear provista de una rejilla para asar. Colócalo boca abajo con las patas traseras metidas por debajo y apuntando hacia delante, y las delanteras metidas por debajo y hacia los lados. (Es posible que tengas que añadir más papel de aluminio si no está bien asentado). Apoya la cabeza con papel de aluminio o con una cazuela grande para mantener la espalda alineada. Cúbrelo bien con papel de aluminio y mételo en el horno.
- Asa el cerdo, girándolo una vez, hasta que alcance los 130°F, unas 2 horas y media o 3 horas. Retira el papel de aluminio, úntalo con aceite y aumenta la temperatura del horno a 400°F.
- Asa, rociando cada 15 minutos con aceite y girando una vez más, hasta que la temperatura interna alcance los 160°F, entre 45 minutos y 1 hora más. (Si las orejas o el hocico se doran demasiado, cúbrelos con papel de aluminio). Saca del horno y deja reposar 20 minutos antes de trincharlos.
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