Llega un día en la vida de toda persona en el que tiene que enfrentarse a lo inevitable: un día, será poco más que comida para los gusanos. Pero esto no tiene por qué ser un momento de tristeza y reflexión sombría, sino una oportunidad para planificar tus últimas palabras al mundo. Este día, el Día de la Planificación de tu Propio Epitafio, es el día perfecto para reservar algo de tiempo para pensar en lo que vas a tener que decir sobre ti antes de que te vayas.
Tu epitafio va a ser esa cosa que se recordará para siempre sobre ti, incluso por aquellos que nunca te conocieron. Se han escrito grandes epitafios, grabados para siempre en las piedras que se levantan en los cementerios, tanto antiguos como recientes. Algunos de ellos son irónicos, como las últimas palabras de un tal Johnny Yeast. «Aquí yace Johnny Yeast, perdóname por no levantarme», mientras que otros son representativos de los logros de quienes ahora descansan. Un tal Ludolph van Ceulen hizo inscribir en su lápida los primeros 35 dígitos de Pi, ya que fue el primero en calcular este delicioso número con tantos decimales.
La naturaleza del epitafio de uno, y su contenido, merece una cuidadosa consideración. Permanecerá contigo durante toda la eternidad mientras sobreviva tu lápida, y puede servir de advertencia a los que se acerquen a la puerta de la muerte detrás de ti. Considera epitafios como «Considera, amigo, al pasar: Como tú eres ahora, así fui yo una vez. Como yo soy ahora, tú también serás. Prepárate, pues, para seguirme.« Que se encuentra en una antigua lápida escocesa.
Algunas de las actividades que puedes hacer para celebrar este día, es ir a los cementerios y buscar inspiración en las piedras de los que ya han fallecido. Los frotamientos de tumbas son un pasatiempo que se disfruta desde hace mucho tiempo, y ésta es una forma más de recopilar epitafios que ya han sido escritos para ayudarte a inspirarte a escribir el tuyo Una parte especialmente ingeniosa de esto es que los borrados de tumbas pueden revelar epitafios que de otro modo serían casi ilegibles. Para participar, no necesitas más que un papel y un trozo de carbón. Colocas el papel contra la superficie de la lápida y frotas el carbón sobre ella. Producirá una copia de lo que esté grabado en la lápida que podrás llevarte
Otra cosa que puedes hacer para celebrar este pasatiempo es hacer picnics en el cementerio con amigos con ideas afines. Juntos podéis sentaros y hacer una lluvia de ideas sobre lo que os gustaría que fueran vuestras últimas palabras al mundo. Si eres uno de los afortunados que vive cerca de un cementerio en el que descansan los grandes poetas y autores del mundo, puedes buscar inspiración en sus últimos versos.
El día de la planificación de tu propio epitafio es un día para reflexionar sobre nuestra propia mortalidad, y para pensar en qué tipo de legado queremos dejar a los que vengan después de nosotros. Aunque viviremos en la mente de nuestros familiares y amigos, la historia de quiénes somos sólo se contará a los extraños en nuestro mensaje final al mundo, que quedará grabado en la lápida de mármol de nuestra lápida. Así que tómate un tiempo para pensar en dónde has estado, en lo que has hecho y en lo que te gustaría decir a los que vengan después, y empieza a dar pasos para asegurarte de que tu epitafio sea digno de ser leído
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