¿Hay algo más irritante que estar metido hasta el cuello en un proyecto y sufrir innumerables interrupciones de amigos, familiares y compañeros de trabajo bienintencionados? Sabemos que puede volvernos absolutamente locos, y que siempre interrumpe nuestro flujo de trabajo y hace que nuestras tareas duren mucho más de lo necesario.
Cuando una interrupción de 5 minutos se convierte en 12, de repente hemos perdido una hora entera de productividad de nuestro día. El Día Sin Interrupciones nos recuerda que la mejor manera de hacer un día de trabajo sólido es sin interrupciones, y esperemos que también sirva de recordatorio para aquellos con los que compartimos nuestras vidas.
Historia del Día Sin Interrupciones
El Día Sin Interrupciones surgió como respuesta a un mundo en el que, dondequiera que vayamos, la información y el ruido nos llegan desde todos los ángulos. Visualmente, el mundo está lleno de pantallas parpadeantes y ventanas emergentes y cosas extravagantes decididas a desviar nuestra atención de lo que estamos haciendo y hacernos MIRAR MIRAR por un momento. Ya sea el hombre que hace girar un cartel con un traje de Lady Liberty anunciando un servicio de impuestos, o una ventana emergente en tu teléfono de la última publicación de Twitter, todo quiere tu atención, ahora mismo.
Luego tenemos en cuenta todo el ruido, los anuncios en nuestras emisoras de radio, los pitidos de las máquinas que quieren atención, la gente que pasa por aquí con un «hola qué tal» o un «oye Bob, necesito de verdad esos informes de TPS». Todo parece decidido a impedir que hagamos aquello en lo que realmente intentamos concentrarnos. El Día Sin Interrupciones nos anima a cerrar y desconectar de todo lo que nos hace perder el rumbo. Por un solo día, podemos por fin hacer lo que nos proponemos, libres de interrupciones.
Cómo celebrar el Día Sin Interrupciones
Apaga el teléfono, cierra la puerta de tu oficina, retiene todas las llamadas y pide a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo que te dejen concentrarte durante ese día, aunque los quieras mucho. Puede que te encanten esas interrupciones, ¡pero eso es parte del problema! Es muy fácil centrarse en esas cosas más fáciles y agradables en lugar de dedicar nuestro tiempo a lo que hay que hacer.
Cuelga un cartel de No Molestar en la puerta de tu oficina, y asegúrate de que todo el mundo sepa que el Día Sin Interrupciones es tu día para hacer el trabajo, sin que te distraiga el ruido del mundo. Sigue adelante y deja que la productividad sea tu principio rector
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