Los pandas gigantes son grandes bolas de diversión y uno de los animales más queridos por todos, así que no es de extrañar que tengan su propio día especial
Sin embargo, debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat, los pandas se consideran desgraciadamente una especie vulnerable y requieren una conservación dedicada para preservar su número. El Día del Panda está dedicado a celebrar a estas extravagantes criaturas y a concienciar sobre las amenazas a las que se enfrentan, con el fin de fomentar los esfuerzos para protegerlas.
Historia del Día del Panda
El panda existe desde hace casi 20 millones de años y es la especie de oso viva más antigua. Sí, es cierto, cualquier rumor que hayas oído sobre que no son osos es falso: de hecho, forman parte de la familia Ursidae (osos), aunque también tienen bastante en común con los mapaches.
Aunque los pandas han sido respetados durante mucho tiempo en su China natal, su naturaleza tímida y solitaria hace que aparezcan raramente en la historia y el arte chinos: la probabilidad de encontrarse con un oso, por no hablar de un grupo de pandas (¡el excelente sustantivo colectivo para estos animales!), siempre ha sido escasa. Sin embargo, con su carácter torpe y adorable, son increíblemente populares, hasta el punto de que, en la década de 1980, un zoológico taiwanés llegó a pintar un oso solar en blanco y negro para intentar hacerlo pasar por un panda gigante
El Día del Panda surgió de la necesidad de ayudar a proteger a estos hermosos osos, ya que, desgraciadamente, estos grandullones necesitan esfuerzos de conservación para tener siquiera una oportunidad de recuperarse de su actual estado de agotamiento. Como no quedan más de 2.000 en la naturaleza y sólo unos cientos en cautividad, corremos el riesgo de perder a estos preciosos mamíferos para siempre si no actuamos.
El Día del Panda pretende promover los esfuerzos para preservar su hábitat de amenazas como la urbanización y el cambio climático y apoyar su protección en todo el mundo. En definitiva, es un día de esperanza, ya que el número de pandas está empezando a aumentar gradualmente gracias a décadas de trabajo de conservación, y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) rebajó la especie de «en peligro» a «vulnerable» en 2016.
Si todos trabajamos juntos, podemos continuar con estos increíbles avances y garantizar que el panda esté a salvo y prospere, ahora y en el futuro.
Por qué los pandas necesitan nuestra protección
Los pandas son criaturas sensibles y las alteraciones de su entorno (apenas seis cordilleras en el centro-sur de China) pueden provocar problemas de supervivencia y reproducción.
Estos adorables y pequeños volteadores son conocidos por su prodigioso apetito, ya que consumen enormes cantidades de bambú cada día. Aunque evolucionaron para comer carne, estos osos son en general vegetarianos y, por tanto, tienen que comer grandes cantidades de follaje para obtener suficiente energía y nutrientes.
También son notoriamente malos para reproducirse, y las hembras de los pandas no son fértiles más que dos o tres días al año. En cautividad han tenido poco éxito, aunque las cosas han mejorado en los últimos años. Aun así, no son propensos a parir muy a menudo, lo que significa que cualquier pérdida en su número es potencialmente trágica.
Las amenazas provocadas por el hombre, como la agricultura y la construcción de carreteras, no hacen sino agravar estas vulnerabilidades, reduciendo y fragmentando el hábitat del que dependen los pandas. El cambio climático también está provocando que el bambú crezca más arriba en las montañas, reduciendo constantemente la cantidad disponible en general. Los pandas no sólo tendrán cada vez más dificultades para alimentarse, sino que la pérdida de hábitat también les hará más difícil encontrar pareja y reproducirse.
Y no sólo es importante preservar la población de pandas por su propio bien. También son vitales para mantener el ecosistema que les rodea, ayudando a que florezca la vegetación del bosque y, a su vez, otras especies de la zona.
Cómo celebrar el Día del Panda
Obviamente, tu primera parada debería ser el zoo Debido a su escaso número, no hay muchos zoológicos que tengan exposiciones de pandas gigantes, pero con suerte, podrás encontrar uno relativamente cerca de casa. Si tienes la suerte de estar cerca de uno, será una gran oportunidad para aprender más sobre estos osos de peluche y contribuir a los esfuerzos vitales de conservación. Y si las estrellas se alinean, puede que incluso llegues a ver algunos adorables y raros cachorros de panda
Si la conservación es una causa cercana a tu corazón, tómate un tiempo para hacer un donativo a una organización benéfica, un zoológico o una reserva natural que apoye esta importante labor. Incluso puedes adoptar una de estas simpáticas criaturas a través de organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cuyo famoso logotipo es un panda.
Asegúrate de adquirir algunos recuerdos del panda, como peluches, obras de arte y accesorios, especialmente si un porcentaje de los beneficios se destina a la protección del panda. También puedes comprar artículos con temática de panda para tu escritorio o llevar ropa con temática de panda para contribuir realmente a la concienciación sobre esta frágil especie.
Si te apetece canalizar el panda que llevas dentro y conservar tu energía, ¿por qué no te tumbas en el sofá y ves un documental o una película sobre estos increíbles animales? La franquicia Kung Fu Panda de Dreamwork es especialmente popular, con tres largometrajes, varios cortos y una serie de televisión que sigue las aventuras de Po Ping, un panda gigante típicamente torpe que acaba convirtiéndose en un maestro del kung fu. También hay un montón de documentales estupendos, como Nacido en China y Pandas, para que puedas repasar tus datos sobre los pandas.
Déjate llevar por la pandamanía y ayuda a que sigan comiendo bambú durante muchos años más.
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