Para todos aquellos que sientan la necesidad de hacer algo que valga la pena o el deseo de devolver algo a la comunidad, pero que no consiguen ponerse en marcha, el Día del Microvoluntariado podría ser la respuesta.
El microvoluntariado es un concepto sencillo: las personas realizan acciones cómodas, del tamaño de un bocado, a menudo desde casa, en apoyo de una buena causa. Puede ser cualquier cosa, desde escribir una carta a un paciente anciano del hospital o etiquetar fotos de Internet para ayudar a los discapacitados visuales. El Día del Microvoluntariado pretende dar a conocer este tipo de ciudadanía corta, fácil y activa, y animar a la gente a ponerse en marcha y participar.
Así que, ¿por qué no aprovechas el Día del Microvoluntariado para ser por fin ese cambio que quieres ver, encontrar un proyecto que puedas apoyar y ayudar a hacer del mundo un lugar mejor, todo ello desde la comodidad de tu sofá? Eso sí que es algo por lo que merece la pena ser voluntario.
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