Hay, admitámoslo, un buen número de días dedicados a aliviar el estrés, la calma y, en general, a tomarse las cosas con calma. Todos estos días se basan en la premisa de que estamos demasiado ocupados, demasiado ajetreados, y necesitamos alejarnos de todo por un tiempo. Pero el mundo no funciona así: todos estamos ocupados, todo el tiempo, y nada es sencillo ni tranquilo
El Día del Caos Nunca Muere sostiene que el momento perfecto y tranquilo que todos buscamos y esperamos no existe -y probablemente nunca existirá-, y que debemos aprovechar al máximo el ahora, el caos y todo, y abrazar el momento.
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