Hay dos cosas que el hombre pensó que no podían mejorar. El sándwich Club y las tostadas francesas. Nuestra arrogancia culinaria se encontró en el error cuando se inventó el sándwich Montecristo.
El cocinero de Montecristo
A veces se puede conseguir lo suficiente de una cosa buena, pero se puede mejorar una cosa buena. El Bocadillo de Montecristo es una de esas cosas. Si nunca has probado este increíble hijo predilecto de un sándwich club y una tostada francesa, ya es hora de que cambies eso. El desayuno, la comida y la cena son mejores, y el Día del Bocadillo de Montecristo lo celebra.
Historia del sándwich Montecristo
Se dice que en un día especialmente nublado y melancólico en la zona de la bahía del sur de California, un cocinero decidió encontrar una forma de llevar alegría y luz a los que se agolpaban bajo un cielo opresivamente nublado que cubría las calles de Tooley Fog. Este héroe del mundo culinario se adentró en su laboratorio de manjares para reflexionar sobre qué comida sería lo suficientemente fuerte como para rechazar la niebla, separar las nubes y hacer sonreír a sus clientes. Algún tiempo después, un milagro salió de la cocina, humeante, dorado y espolvoreado con azúcar en polvo y jarabe de arce, el Bocadillo de Montecristo fue entregado al alma bendita que lo consumiría por primera vez.
El primer bocado revelaba un clásico sándwich Club que había sido rebozado en tostadas francesas y asado a la perfección hasta quedar dorado. La combinación de dulce y salado, con el aumento de la masa madre, había producido lo que probablemente sea el sándwich perfecto del mundo. El Día del Bocadillo de Montecristo está dedicado a aquellos lo suficientemente valientes como para soñar con nuevas aventuras culinarias y con papilas gustativas lo suficientemente atrevidas como para disfrutar de combinaciones de sabores que otros podrían considerar demasiado para sus paladares poco refinados.
Cómo celebrar el Día del Bocadillo de Montecristo
Para los que no quieran crear su propia obra maestra, la magia del bocadillo Montecristo está disponible en muchos restaurantes de categoría superior. Te animamos a que salgas a disfrutar de este bocadillo, especialmente si nunca has tenido la oportunidad única de cenar esta increíble creación. Para los más atrevidos, puedes preparar una sencilla tostada francesa y hacer un sándwich club con la habitual masa madre. No escatimes en jamón, pavo o bacon. Una vez montado, sumérgelo en la mezcla de tostadas francesas y ásalo con cuidado en una sartén caliente hasta que esté dorado. Cúbrelo con mantequilla, sirope y azúcar en polvo, ¡y sírvelo!
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