El Día de No lo Voy a Soportar Más es cuando los seres humanos nos defendemos de las injusticias que se nos infligen, para demostrar que no se nos puede controlar ni contener como a los animales salvajes. Para demostrar que tenemos nuestras propias vidas y nuestras propias prerrogativas.
La historia rebelde del Día de No lo Soportaré Más
Todos los civiles y los trabajadores han tenido su parte justa de agravios sobre ellos, y la mayoría de ellos llegan al punto de iniciar una rebelión contra sus superiores. Por ejemplo, la Rebelión de Haití: El 22 de agosto de 1791, los esclavos de Saint Domingue se rebelaron y sumieron a la colonia en una guerra civil.
La señal para iniciar la revuelta la dio Dutty Boukman, sumo sacerdote del vudú y líder de los esclavos cimarrones, durante una ceremonia religiosa en Bois Caïman, la noche del 14 de agosto. En los diez días siguientes, los esclavos habían tomado el control de toda la Provincia del Norte en una revuelta de esclavos sin precedentes. Los blancos sólo mantuvieron el control de unos pocos campamentos aislados y fortificados.
Los esclavos buscaban vengarse de sus amos mediante «saqueos, violaciones, torturas, mutilaciones y muerte». Como los propietarios de las plantaciones temían desde hacía tiempo una revuelta como ésta, estaban bien armados y preparados para defenderse. Sin embargo, en pocas semanas, el número de esclavos que se unió a la revuelta alcanzó aproximadamente los 100.000.
En los dos meses siguientes, a medida que aumentaba la violencia, los esclavos mataron a 4.000 blancos y quemaron o destruyeron 180 plantaciones de azúcar y cientos de plantaciones de café y añil. Ahora, volvamos a los tiempos modernos. Aquí, en la era moderna, hemos tenido muchas protestas a lo largo de los años, pero ninguna ha sido tan ridícula y variada como las de los años actuales, que todos hemos visto de una forma u otra.
Cómo celebrar o rebelarse en el Día de No Lo Voy a Soportar Más
Llega tarde al trabajo poniéndote a ti mismo en primer lugar, y dedícate a comprarte un regalo cuando deberías estar en tu oficina o fábrica.
No abras ninguna carta que se parezca sospechosamente a una factura. Y si siempre has sido alegre y educado, pero tampoco te has sentido nunca verdaderamente apreciado, éste es el día en que se te revuelve el gusanillo. Sé malhumorado y poco comunicativo todo el día.
También podrías organizar protestas masivas. Podrían ser clientes que se quejen de las comisiones bancarias en su banco, o gente enfadada con su compañía energética por otra enorme subida de precios. El Día de no aguantar más es también un día perfecto para una huelga
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