el «Día de una sola voz» es una iniciativa global para unir a todos los países del mundo en la lectura del Pacto por la Paz Universal exactamente a las 18:00 horas UT del 26 de julio de cada año. El Pacto por la Paz Universal es una promesa y una súplica de 577 palabras para unir a las familias, los países y el mundo en una coexistencia pacífica a pesar de nuestro mundo en constante cambio. Durante este tiempo, individuos y grupos de todas las partes del mundo se unen espiritualmente para declarar su compromiso con la paz global.
Historia del Día de la Voz Única
Creado desde octubre de 1996 hasta abril de 1997, el Día de Una Voz es el resultado de la colaboración espiritual. Personas de todos los ámbitos de la vida, de varias creencias religiosas y nacionalidades, de diversas ocupaciones, de todas las razas, de tan solo diecisiete años y de tan solo setenta y cinco, se reunieron con la intención de crear un documento intemporal que reflejara con precisión la esperanza, el reto y el destino de la humanidad. La sabiduría intemporal del documento de 577 palabras sirve como instrumento que define cómo pensar y vivir pacíficamente en un mundo que cambia constantemente. Lee el Pacto con personas de todo el mundo
Cómo celebrar el Día de la Voz Única
Celébralo leyendo el documento sobre la paz con otras personas. Permanece en paz durante todo el día y quizás deja de lado cualquier rencor o cualquier cosa que os separe a ti y a un amigo o familiar.
Puedes encontrar el Pacto por la Paz en muchos idiomas diferentes y se lee en todo el mundo.
El Pacto Universal por la Paz
La paz es el aliento de nuestro espíritu.
Brota de las profundidades de nuestro ser para refrescar, curar e inspirar.
La paz es nuestro derecho de nacimiento.
Su presencia eterna existe en nosotros como un recuerdo de dónde venimos y como una visión de hacia dónde anhelamos ir.
Nuestro mundo está en pleno cambio.
Durante milenios, hemos contemplado, razonado y practicado la idea de la paz.
Sin embargo, la capacidad de mantener la paz se nos escapa.
Para trascender los límites de nuestro propio pensamiento, debemos reconocer que la paz es algo más que el cese del conflicto.
Para que la paz se mueva por la faz de la tierra debemos darnos cuenta, como los grandes filósofos y líderes que nos precedieron, de que todos los pueblos desean la paz.
Por tanto, reconocemos esta verdad que es universal.
Ahora la humanidad debe desear las cosas que hacen la paz.
Afirmamos que la paz es una idea cuyo tiempo ha llegado.
Pedimos a la humanidad que se mantenga unida, respondiendo a la necesidad de paz.
Hacemos un llamamiento a cada individuo para que cree y fomente una visión personal de la paz.
Hacemos un llamamiento a cada familia para que genere y alimente la paz dentro del hogar.
Hacemos un llamamiento a cada nación para que fomente y apoye la paz entre sus ciudadanos.
Hacemos un llamamiento a cada líder, ya sea en el hogar privado, en la casa de culto o en el lugar de trabajo, para que sea un ejemplo vivo de paz, pues sólo así podemos esperar que la paz se mueva por la faz de la tierra.
La Paz Mundial comienza en nuestro interior.
Al surgir del espíritu, la paz busca su expresión a través de la mente, el corazón y el cuerpo de cada individuo.
El gobierno y las leyes no pueden curar el corazón. Debemos trascender lo que nos separa.
Al dar amor y respeto, dignidad y consuelo, llegamos a conocer la paz.
Aprendemos a amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos, trayendo la paz al mundo.
Nos comprometemos a este noble esfuerzo.
La paz es primero un estado de ánimo.
La paz ofrece la mayor oportunidad de crecimiento y aprendizaje que conduce a la felicidad personal.
La autodirección promueve la paz interior y, por tanto, conduce a la paz exterior.
Nos comprometemos a curarnos a nosotros mismos mediante el perdón, la gratitud y la oración.
Nos comprometemos a hacer que cada día sea una realización de nuestro potencial, tanto humano como divino.
La paz es activa, el movimiento del silencio, de la fe, del acuerdo, del servicio.
No se hace en los documentos, sino en las mentes y los corazones de los hombres y las mujeres. La paz se construye a través de la comunicación.
El intercambio abierto de ideas es necesario para el descubrimiento, para el bienestar, para el crecimiento, para el progreso, ya sea dentro de una persona o entre muchas.
Juramos hablar con sagacidad, escuchar con ecuanimidad, ambos libres de prejuicios, así llegaremos a saber que la paz es libertad en la tranquilidad.
La paz la consiguen los que cumplen su parte de un plan mayor.
La paz y la seguridad las alcanzan aquellas sociedades en las que los individuos trabajan estrechamente para servir al bien común del conjunto.La coexistencia pacífica entre naciones es el reflejo de la tranquilidad interior del hombre magnificada. El servicio iluminado al prójimo trae la paz al que sirve y al que recibe.
Hacemos el voto de vivir en paz abrazando las verdades que se aplican a todos nosotros.
Vivir en paz empieza por pensar en paz.
Nos encontramos en el umbral de un entendimiento lleno de paz. Nos reunimos, toda la humanidad, jóvenes y mayores de todas las culturas de todas las naciones. Juramos permanecer juntos como ciudadanos de la Tierra, sabiendo que cada pregunta tiene una respuesta, cada problema una resolución. Al ponernos de pie, unidos en un propósito común, nos comprometemos en pensamiento y acción para que podamos conocer el poder de la paz en nuestras vidas.
Que la paz nos acompañe en todos los sentidos. Que la paz prevalezca en la Tierra.
El Pacto Universal por la Paz; firmado el 8 de octubre de 1997, en el Colegio de Metafísica
Deja una respuesta