No hay nada que hacer para escribir. Lo único que haces es sentarte ante una máquina de escribir y sangrar.
Ernest Hemingway
Hay un sonido que todos conocemos, aunque no lo recordemos del todo. Es el traqueteo mecánico de una máquina de escribir en acción. Se recuerda en el golpeteo sin alma de las teclas de los teclados modernos y se recuerda en los sonidos de la élite del mundo del teclado, el teclado mecánico. Pero ninguno de ellos alcanza el esplendor y la grandeza de una máquina de escribir en acción. El Día de la Máquina de Escribir celebra este humilde aparato y las increíbles obras literarias que nos ha aportado a lo largo de las décadas.
Historia del Día de la Máquina de Escribir
La máquina de escribir fue concebida originalmente en 1575 por un impresor italiano, aunque nunca llegó a fabricarse (y para ser justos, no era CUALQUIER máquina de escribir, pero los vestigios estaban ahí). En 1714 tenemos patentes en Gran Bretaña de un tal Sr. Henry Mill que parece ser una máquina de escribir a partir del diseño y que se describe explícitamente como destinada a ese fin. Parece que en algún momento se fabricó realmente el aparato, aunque nunca llegó a producirse y no existen ejemplos de él en la actualidad.
Otro ejemplo fue diseñado en 1802 por Agostino Fantoni para ayudar a su hermana ciega a escribir, mientras que Pietro Conti di Vilavegna inventó otro más. Pero no fue hasta 1895 cuando un modelo pasó a la producción real con la máquina de escribir Ford. A partir de ahí, el mundo nunca ha mirado atrás, y las máquinas de escribir empezaron a abrirse paso tanto en los hogares como en los lugares de trabajo.
Algunos de los clásicos más importantes de los últimos 100 años se han producido en una máquina de escribir, incluidos los primeros ejemplos de la obra de Stephen King, Ernest Hemingway, nombra a un escritor profesional que haya escrito una obra de cierta importancia, y hay muchas probabilidades de que se haya escrito en una máquina de escribir. El Día de la Máquina de Escribir nos recuerda que, aunque los teclados sean la clave de la literatura moderna, el mundo en el que vivimos fue concebido en una máquina de escribir.
Cómo celebrar el Día de la Máquina de Escribir
Mira si alguien que conoces tiene una máquina de escribir, o saca tu vieja máquina del armario o del desván. Dedica algún tiempo a aprender a apreciar el sonido de la máquina de escribir y el estilo de escritura que proporciona. Pronto descubrirás que el constante tintineo de las teclas fomenta la creatividad, inspira grandeza y proporciona una forma de satisfacción que no se encuentra al escribir en un teclado moderno. Quién sabe, estas vacaciones pueden llevarte a escribir el próximo gran clásico
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