«El camino va siempre hacia adelante», pero ¿a dónde va en realidad el camino? Siempre podemos preguntar a nuestro práctico GPS, pero el Día de la Lectura de un Mapa de Carreteras es un día dedicado a retroceder a la época de esos prácticos aparatos. En su lugar, anuncia el regreso a una época en la que era realmente posible sostener un mapa de carreteras al revés, o situarse sobre el capó de tu coche en el arcén de la carretera con él extendido. El mapa representaba la aventura, representaba lugares no vistos y caminos no recorridos, y era la guía definitiva para volver al punto de partida. Si podíamos saber dónde estábamos en él.
Así que en este día, es hora de sacar un viejo mapa de papel, ni siquiera tiene que ser reciente, y descubrir las maravillas que encierran estos mapas. ¡Nadie dice que el mapa que leas tenga que ser reciente! ¿Alguna vez has sentido curiosidad por las carreteras por las que Roma era tan famosa? Existen mapas para ellos, que muestran los confines de la tierra por los que viajaban. Pero vamos a suponer que te vas a quedar con un mapa más moderno. ¡Ahora vamos a darte un tutorial sobre cómo leer uno!
Lo primero que vas a querer hacer es hacerte con un mapa de tu localidad y con un Atlas de Carreteras. Este último es especialmente útil, ya que incluye un mapa nacional más uno de cada estado. Por lo general, puedes encontrarlos en gasolineras, librerías, supermercados o, si no, puedes localizar uno en Internet. Querrás conseguir uno que se haya impreso en los últimos tres o cuatro años para asegurarte de que son precisos. No hay nada peor que descubrir que una carretera o autopista en un mapa ha cambiado de nombre y tú pasas por delante de ella
El siguiente paso es fácil: verás que casi todos los mapas, y especialmente los atlas, tienen una cuadrícula numerada en una dirección y con letras en la otra. Puedes utilizarlas para encontrar las coordenadas de tu punto de partida y de tu destino. Si compruebas la parte posterior del atlas o del mapa, verás que las ciudades más destacadas aparecen por sus coordenadas en el mapa. Localizarlas y marcarlas con pegatinas extraíbles te facilitará encontrarlas en el futuro, y te dará una idea clara de tu ruta.
El siguiente paso es hacer precisamente eso, ¡encontrar tu ruta! Normalmente hay más de una forma de llegar desde un punto de partida a un destino, y hay muchas opciones para tomar en el camino. Si hay una autopista disponible, ésta suele ser la ruta más directa entre dos puntos, de lo contrario tendrás que buscar carreteras principales y caminos secundarios. Siempre es una buena idea comprobar todas ellas para encontrar la ruta que se adapte a tus necesidades, después de todo, la autopista es rápida, pero no sirve para disfrutar del paisaje.
La forma de saber qué son todos ellos es consultando la «leyenda» o «clave» que aparece en el lateral del mapa. Estas listas de símbolos te dirán cómo identificar las ciudades, las autopistas, las carreteras interestatales, las carreteras sin asfaltar y las carreteras secundarias, así como los puntos de referencia construidos por el hombre. Muchas opciones diferentes para el viajero intrépido. Si te tomas el tiempo de mirar el mapa y estudiar su contenido, te asegurarás de no perderte nunca, ni siquiera cuando te quedes sin batería en el teléfono y se te apague el GPS. Todo esto se consigue haciendo una simple cosa ¡Celebrando el Día de la Lectura del Mapa de Carreteras!
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