Cuando se trata de nuestras mascotas, no muchos estamos dispuestos a correr ningún riesgo. Muchos propietarios de mascotas llegan a poner enchufes de seguridad para niños con el fin de mantener las uñas y las narices alejadas de los enchufes eléctricos, puertas para bebés para mantenerlos fuera de las habitaciones peligrosas como las cocinas y los cuartos de barro, y como es notable para este día, microchips dentro del cuerpo del animal con el fin de encontrarlos a través de un localizador GPS. Así que dale un poco de cariño a tus animales y mantenlos a salvo este año en el Día del Chequeo del Chip.
Historia del Día del Chequeo del Chip
Originalmente se trataba de una revisión anual del chip y de cómo reacciona el animal a él. Muchos veterinarios y otras personas dedicadas a la salud de los animales utilizan este día como un buen motivo para hacer una revisión básica. Pero lo importante de este recordatorio es que el chip está ahí, y puede ayudarte a encontrar a tu mascota si se pierde.
Los chips que dan nombre a este día tan importante para las mascotas se han hecho cada vez más comunes a medida que las redes sociales, y lo que es más importante, la electrónica en general, se han ido extendiendo. La posibilidad de tener un smartphone o un ordenador que pueda comprobar la ubicación de tu mascota en cualquier momento es algo que no muchos habrían pensado cuando Vanilla Ice aún cantaba «Ice, Ice, Baby» en el escenario.
Pero el mayor componente en el que la gente debería fijarse no es la tecnología o las capacidades, sino la seguridad que puede aportar a tu mascota.
Cómo celebrar el Día del Chip
Ve y pide una cita para que le pongan un chip a tu mascota, o si ya lo tienes y lo tiene, acude para que le hagan una prueba y verifiquen los parámetros del chip. Al fin y al cabo, el chip no servirá de nada si te equivocas de número, o si tu información no está en la base de datos correctamente si tu mascota se pierde y el chip lo detecta.
Para actualizar la información, haz que le cambien la batería si lo necesita, y pasa un rato con tu mascota. Al fin y al cabo, una visita al veterinario no debería ser siempre traumática. Llévale después un helado de vainilla, una excursión al parque o simplemente unos juguetes nuevos para jugar dentro de casa. Al fin y al cabo, quieres a tu mascota lo suficiente como para ponerle el chip, ¿por qué no pasar aún más tiempo con ella?
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