Admitámoslo, ser el hijo mediano apesta, ¿verdad? Tienes un hermano mayor, al que de alguna manera tienes que estar a la altura; tienes un hermano menor, que se lleva toda la atención, y tú te quedas sin un papel claramente definido. De hecho, el «síndrome del hijo mediano» es un concepto reconocido y se cree que el orden de nacimiento influye en varios rasgos de la personalidad.
Como hijo mediano, no eres el líder, por lo que no puedes hacer las cosas a tu manera. Tampoco eres ya el bebé de la familia, por lo que no estás tan protegido. Y, desde luego, no tienes excusa para el mal comportamiento. Puede parecer que nada sale como tú quieres.
Pues ya no. El Día del Hijo Intermedio ofrece un merecido día para celebrar a esos hijos especiales que no fueron ni el primogénito ni el último. Por fin, un día en el que recibes algo de atención y amor, a costa de tus otros hermanos.
(Si tus padres se acuerdan…)
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