¿Tienes un compañero de piso que te mola? Explora algunas formas sencillas y divertidas de dar las gracias.
Sabes que le debes mucho a tu compañero de piso. Ha sacado al perro por ti cuando tu turno se retrasó; se puso a tu lado con un bote de spray para cucarachas en la mano cuando tu ex loco se presentó por novena vez ese fin de semana; y te prestó dinero para pagar la factura del móvil cuando te pasaste de minutos. En las buenas y en las malas, tu compañero de piso te ha apoyado.
Y ahora que ha llegado el momento de darle las gracias, aquí tienes unas cuantas ideas.
Di algo bonito. Suelta un cumplido de improviso, y sé sincero. Hazlo un puñado de veces a la semana. De lo contrario, la comunicación sólo se centra en los problemas.
Cocina lo suficiente para los dos. Si cocinas una comida para ti, duplica la receta e invita a tu compañero de piso al festín. La comida suele ser un punto de inflamación, conviértela en algo positivo.
Sé fiable. Paga las facturas (especialmente el alquiler) a tiempo, siempre. Si dices que vas a limpiar, asegúrate de hacerlo. No dejes a tu compañero de piso adivinando.
Sé consciente de los recursos. Apaga las luces, baja el aire acondicionado o la calefacción cuando te vayas, conserva el agua. La reducción de las facturas de los servicios públicos ayuda a todos.
Haz limpieza. Ordena las zonas comunes -cocina, baño, sala de estar- sin que te lo pidan y sin que te pongas en plan santurrón. Esto es ENORME si tu compañero de piso es el que suele hacer la limpieza.
Echa algo de dinero. No te preocupes por los céntimos, redondea tu parte de los servicios públicos al dólar más cercano. No le des importancia.
Invierte algo de dinero, parte 2. Compra una buena cafetera, un microondas, un televisor… mejora algo que compartas. Te lo vas a llevar cuando te vayas, vete repartiendo algo de alegría mientras estéis juntos.
Ofrece una escapada. Siempre es bueno tener un tiempo de intimidad en casa. Dile a tu compañero de piso con antelación que vas a estar fuera unas horas o el fin de semana.
Todo esto es poco trabajo, pero marca una gran diferencia: ¡haz que tu compañero de piso sepa que te importa!
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